LOS DE AHÍ
de Claudio Tolcachir
En un pequeño universo invisible, seres ignorados despliegan torpemente sus historias mientras reparten envíos.
Un páramo apenas alejado de la urbe. Una ciudad extranjera. La máquina emplazada en el monte, una especie de taquilla inteligente organiza los pedidos. Los de ahí: Nuno, Munir, Dani y Eduardo esperan la señal, el sonido que les anuncia su próximo destino. La dirección del envío aparece en el mapa de sus teléfonos entre palabras ajenas y desconocidas. Recogen el paquete, se montan en la bicicleta y entregan el pedido. Adivinando un poco el recorrido. Ignorando del todo lo que se transporta. Y luego, otra vez al punto de partida. Hasta que la máquina emplazada en el monte vuelva a dar la señal. Invisibles a esa ciudad inabarcable que espera sus servicios, ellos tejen la vida, se organizan, se cuidan, desconfían. El silencio del paraje se puebla de bicicletas que caen, de sus voces llegadas de diferentes rincones del mundo. El ruido vital que resiste al vacío. Convivencia obligada que se transforma en lugar de pertenencia. En red social. En referente.
Los de ahí es un pequeño universo invisible, lleno de vida. Seres ignorados, de los que normalmente no recordaríamos rostro ni nombre, despliegan torpemente sus historias mientras reparten envíos. Sin saber quién los manda, ignorando el contenido, desconociendo el idioma del país en donde viven. La vida brota sin embargo entre el frenesí de bicicletas que llegan y se van, más allá de las palabras. Está en sus cuerpos. En la música lejana que remolcan sus voces.