MILA ESKER, JONAN ORDORIKA

LORALDIA FESTIBALA

Homenaje a un técnico de sonido y a una profesión indispensable.

Jonan Ordorika se nos fue de repente el verano pasado. Fue un duro golpe para la música vasca. Era un apasionado de la música y uno de los técnicos de sonido más entregados y queridos que ha habido en Euskal Herria. Fue un trabajador incansable, tanto en los escenarios como en la mesa de estudio, y son incontables las y los músicos que han trabajado con él. Su estudio de grabación estaba en la localidad de Azkarate, en el caserío Argiñenea, un estudio que abrió en 1991 junto a Ángel Katarain y Amaia Apaolaza.

Ha sido un humilde creador que trabajaba en la sombra, pero indispensable para dotar de calidad a numerosas producciones musicales vascas. Por iniciativa propia, en 2014, ideó un proyecto llamado Mil esker, en el que varios músicos trajeron al euskera canciones de Lou Reed. También recibimos una visita del creador norteamericano de la mano de Ordorika.

El propio festival Loraldia ha contado a menudo con el hermano de Ruper Ordorika para canalizar el sonido. Merecía un reconocimiento y este gran espectáculo responde a ese deseo. Un sinfín de músicos se citarán en el escenario del Teatro Arriaga en un concierto que pretente, igualmente, homenajear también a todos esos profesionales que sonorizan los espectáculos en Euskal Herria.