Senderismo Ruta PUNTA DE LAS ARENAS (Gran Canaria)
Desconocida, abrupta, salvaje y biodiversa. Este pedacito de costa que guarda Artenara ofrece uno de los espectáculos naturales más interesantes e impactantes de Gran Canaria. El inmenso acanti - lado marino del Andén Verde y sus laderas de derrubio, la playa rubia y fósil de la Punta de Las Arenas, el cantil de La Virgen y la playa de arenas negras de origen volcánico que se extiende a sus pies y las pequeñas calas de callaos que salpican este litoral son los escenarios sobre los que una enorme variedad de hongos, líque - nes, plantas y animales -terrestres y marinos- nos deleitan con su presencia. La aventura comienza entre los puntos kilométricos 19 y 20 de la carretera que une los pueblos de La Aldea y Agaete, muy cerca del acceso a la pista que asciende a la Montaña de Tirma (S92). Junto al mirador que asoma a la Punta de Las Arenas parte un viejo camino empedrado que, en un primer tramo, nos conduce hasta la ‘Casa de Job’ o ‘Casa del Rana’, una pequeña vivienda de piedra –actualmente en estado de abandono- que fue habitada hasta el último tercio del siglo pasado por vecinos originarios de Gáldar. En ese momento nos encontraremos en la degollada que une el acantilado y el farallón de Los Picachos, y para seguir acercándo - nos a la costa continuaremos descendiendo mientras andeneamos bajo el Andén Verde hacia el lomo de Las Leñas Buenas, que nos conduce en una bajada sinuosa hasta las casas y los bocados de Las Arenas donde aparecen las primeras arenas orgánicas de la playa fósil. Para terminar de completar el recorrido de ida atravesaremos el hermoso, rico y singular matorral suculento que crece sobre el arenal. Tabaibas mansas, toldas, cardones, espinos, bruscas, salaos, cardoncillos, alcaravanes, alcaudones, pardelas, chirreras, cuervos, cernícalos y halcones de berbería forman parte de una lista, casi interminable, de animales y plantas que convierten a este ecosis - tema en uno de tesoros naturales más reseñables del archipiélago. De entre los invertebrados cabe destacar un pequeño escarabajo conocido como bomboncillo de Las Arenas que hasta el momento solo ha sido localizado en este maravilloso enclave. Con un poco de atención es posible encontrarlo en alguno de sus paseos a través de la vieja playa fosilizada Al completar este mágico tramo, un llamativo paisaje lunar se pre - senta ante nuestros ojor para permitirnos comprender parte de la historia geológica de este sector de la isla, donde se encuentran la playa -hoy levantada- con los cimientos de la isla. Estamos ante el final perfecto, observando el Atlántico mientras recibimos la brisa fresca del alisio, sentimos el salitre y olemos a marisco y algas. Llegado este momento, solo queda disfrutar cons - cientemente de este rincón y del camino de vuelta hasta el mismo punto desde el que partimos.
Duración: 3,5 horas
Dificultad alta
Longitud de 5,78 km